Clowntrait pretende rebobinar a los recuerdos de la infancia, a los circos y la inocencia de la niñez. Es para mí una vuelta al pasado, un viaje hacia atrás en el tiempo para recuperar algo que dejé olvidado. De aquellos años tengo entre mis recuerdos la imagen de momentos alegres, cargados de ilusión. Con estos clowns me gustaría compartir las sensaciones de esos años.
La infancia de cada uno está cargada de situaciones. En la mía las colecciones de cromos siempre estaban presentes. Colecciones de los personajes de dibujos
animados de entonces, de los mundiales de fútbol, de la liga… Recuerdo la ilusión con que hacíamos lo que fuese por conseguirlos, por abrir aquellos sobres y comprobar si los teníamos o no. Los álbumes, los listados de números tachados y los tacos de “repes”.
Pero si un recuerdo es especial, ese es la desternillante risa de los payasos de la tele. La esencia de aquellos payasos ha seguido viva gracias a personas como Tortell Poltrona. Es su imborrable recuerdo el que siempre ha rondado mi cabeza estos últimos años. Una maleta, una sonrisa y a la calle a cazar alegrías. Con él reparé en estos personajes. Son los clowns, los y las artistas que van recorriendo las calles del mundo con una herramienta esencial, una materia prima personal, su rostro, sus expresiones, esencia de un contagioso arte, de una risa que delata el éxito de su saber hacer. Profesionales de la inteligencia emocional.
En Clowntrait vuelvo hacia aquellos años para recuperar una deuda personal, yo nunca había completado ninguna colección. Hace un par de años comencé a construir mis propias colecciones. En ellas busco aunar recuerdos, vivencias y pasiones. Esta es una de ellas.
Clowntrait es mi propia colección de héroes. Ellos, los y las clowns son los protagonistas de una serie que no emite por televisión, héroes no de una sino de miles de batallas. Vencedores casi siempre de una encarnizada lucha por robarnos al menos una sonrisa, cuando no una carcajada. Ellos son los guardianes de la risa, de la crítica y de la burla, mensajeros de la alegría. Incapaces de conformarse con la indiferencia, buscan, persiguen y abaten al más apático para enfundarle la más sanadora de las sonrisas.
Mi intención marcha un poco en esa línea inconformista que les caracteriza a ellos. Buscar, perseguir y capturar con mi cámara un retrato de cada uno de ellos. Completar una colección lo más amplia posible de clowns que recoja en mi particular salón de la fama a quienes tantos buenos momentos van regalando por este mundo tan necesitado de alegrías.